La mayoría de la población debe ser tecnológicamente alfabeto y el personal docente de óptima competencia. Todo esto con el apoyo de un Estado progresista, visionario donde el primer lugar lo ocupe el hombre, la nación y el desarrollo tecnológico que a la final repercutiría en el progreso económico y educativo.
El sector privado y financiero diseñaría y ejecutaría programa de financiamiento para apoyar e incentivar la formación, capacitación y adquisición de equipos. Representa la oportunidad, de brindar a quienes desean liberarse de una serie de barreras para aprender como tiempo, o residir en lugares lejanos geográficamente de los centros de estudio ya que ofrece la posibilidad de asumir el control directo de su aprendizaje y construir su propio conocimiento para satisfacer sus necesidades específicas de manera más efectiva y mejorar así su calidad de vida.
Propicia la creación de alianzas entre instituciones para minimizar costos y aumentar la capacidad de desarrollo tecnológico.